El país, Política

Examen de ADN impugna hipótesis de Nisman sobre la Amia

El estudio realizado por el FBI establece que los restos hallados tras el atentado no corresponden a Ibrahim Berro, el presunto dinamitero

La Unidad Fiscal de Investigaciones del caso Amia (UFI-Amia) recibió los resultados de un estudio de ADN hecho por el FBI sobre dos restos humanos encontrados originalmente durante las autopsias, cerca de las víctimas o directamente adheridos a los cuerpos de los que murieron en el atentado, que determinó que no son de Ibrahim Berro, refutando una hipótesis del fallecido fiscal Alberto Nisman.

Esos dos restos se compararon con el perfil genético de uno de los hermanos de Ibrahim Hussein Berro, mencionado como el conductor suicida por Nisman a partir de informes norteamericanos e israelíes.

El estudio dio negativo, es decir que esos restos no se corresponden con Berro, sindicado como militante de Hezbollah.

El resultado lleva a que se caiga, al menos por ahora, una de las principales hipótesis de Nisman: si bien sigue vigente la posibilidad de que la camioneta utilizada haya estado conducida por un suicida, se reducen las chances de que ese conductor haya sido Berro.

Los titulares de la UFI-Amia, Roberto Salum, Leonardo Filippini y Santiago Eyherabide recurrieron a estudios genéticos para determinar que la “víctima 85” del atentado correspondía a Augusto Daniel Jesús, hijo de otra víctima del ataque. Nisman sostenía que se trataba de un obrero boliviano.

Otro elemento clave de la investigación consistía en buscar el perfil genético de todos los restos humanos que se encontraron y ver si se correspondían con las familias de las víctimas. La UFI-Amia se puso en marcha para hacer ese estudio y se encontraron dos restos que no eran compatibles con los fallecidos. Eso abrió las puertas, como evidencia científica, a la existencia de un suicida y, también para verificar la hipótesis de Berro.

Los informes norteamericanos e israelíes mencionaron a Ibrahim Berro como un posible suicida, pero hay referencias de que falleció en el sur de El Líbano. Radio Nur del Líbano dijo el 9 de septiembre de 1994 que Berro había muerto en un combate contra el ejército israelí. A su funeral, sin cadáver, concurrieron altos funcionarios del Hezbollah y su esposa desde entonces recibió de esa organización un subsidio mensual de 300 dólares. Por otra parte, se estableció que en ese ataque realizado con misiles y bombas contra un convoy del Ejército israelí por integrantes del Hezbollah el 7 de septiembre, en Tallusa, no murió ningún libanés, sino un soldado israelí.

Nisman viajó a Detroit y con la ayuda del FBI y una jueza norteamericana entrevistó a Hassan y Abbas Berro, dos hermanos de Ibrahim que vivían en Estados Unidos.

El 11 de noviembre de 2005, el fiscal, de regreso en el país y en conferencia de prensa, dijo que los hermanos confirmaron que, efectivamente, Ibrahim (entonces de 21 años) fue quien se estrelló contra la sede porteña de la Amia, Pasteur 633, el lunes 18 de julio de 1994 causando la muerte a 85 personas muertas y heridas de distintas consideración a otras 300.

Pero al día siguiente ambos hermanos se contactaron con radios argentinas y negaron en forma rotunda que ellos hayan declarado eso.

Después se conoció que, en una declaración judicial bajo juramento, los hermanos negaron en forma enfática que Ibrahim haya estado en la Argentina o que fuera el suicida, y aseguraron que murió en Líbano combatiendo contra tropas israelíes.

La semana pasada se incorporó un informe del FBI, que logró que uno de los hermanos se prestara a la prueba genética. El perfil de Hassan se comparó con los dos restos no vinculados a las víctimas que se encontraron en una especie de tacho, dentro de una heladera, en el laboratorio de la Policía Federal. El resultado negativo del estudio indica que, en principio, Ibrahim Berro no fue el suicida, aunque siempre existe la chance, muy pequeña, de que los restos no se correspondan con alguien que estaba en la camioneta.

Al regresar a Buenos Aires, Nisman ordenó un estudio comparativo entre el identikit practicada por una testigo que vio el rostro del conductor suicida segundos antes de inmolarse, identikit que fue practicado un par de días después del atentado, con las fotografías que trajeron de Hussein Berro. El fiscal había subrayado que el estudio comparativo realizado por la Policía Federal, tras un análisis de las formas en que los identikit, “se termina coligiendo ante el llamativo grado de similitud y totales coincidencias, de que se trataría de la misma persona”.

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