El oficialismo intentó tratar en Diputados la reforma previsional e incluso anunció que tenía quórum para empezar. El FpV, el Frente Renovador y otras fuerzas aseguraron que no estaban dadas las condiciones. Hubo fuertes discusiones y hasta forcejeos.
El recinto era un caos. Forcejeos, gritos, discusiones y acusaciones cruzadas. Los diputados opositores del FpV-PJ, el Frente Renovador, el Movimiento Evita, FIT y otros bloques menores permanecían parados, igual que los integrantes del peronismo dialoguista de Argentina Federal, que no se plegaron al oficialismo. Los legisladores de Cambiemos y sus aliados, en cambio, se aferraban a sus bancas a la espera de conseguir el ansiado quórum, que el tablero electrónico marcó por un instante pero que jamás pudieron recomponer. Había pasado casi una hora de las 14, el horario fijado para el comienzo de la sesión. Afuera, miles de policías y gendarmes continuaban la represión contra los manifestantes. Los legisladores más exaltados del oficialismo y el presidente de la Cámara, el macrista Emilio Monzó, insistían en seguir con la sesión hasta que sus principales espadas parlamentarias –en un discreto apartado– advirtieron que ya no podrían reproducir en el tablero el número mágico para avanzar con la resistida reforma previsional. Fue entonces que Elisa Carrió tomó la palabra en nombre del interbloque oficialista y, con una curiosa parábola, pidió que “se levante esta sesión escandalosa” y afirmó: “No vamos a contestar la violencia del FpV”. La oposición ya festejaba al grito de “¡jubilados!, ¡jubilados!”.
Pocos minutos antes de las 14, sobre la avenida Rivadavia se desarrollaba una escena dantesca: como en un partido de rugby, un improvisado rack de diputados opositores hacía retroceder más de 30 metros en un scrum a un numeroso grupo de gendarmes, que iban a formar la primera línea para reprimir a los manifestantes en Plaza Congreso, rodeados de decenas de fotógrafos y camarógrafos que registraban la acción. Fue entonces que el presidente de la Cámara, Monzó, salió a la calle pero pronto volvió al Congreso y detrás de él se cerraron las pesadas puertas del Palacio legislativo. Los diputados opositores Máximo Kirchner, Daniel Filmus, Horacio Pietragalla, Adrián Grana, Walter Santillán (FpV-PJ), Leonardo Grosso (ME), Nicolás del Caño (FIT) y muchos otros quedaron del lado de afuera.