La gobernadora de la provincia, Rosana Bertone, afirmó que no aplicará la ley de dietas que representaría un salariazo del 70% para toda la clase política fueguina a partir del incremento de su propia remuneración.
“Soy de la idea de no aplicar ningún aumento de sueldos para los políticos. Entiendo el debate que pretenden dar los legisladores y en algún punto tienen razón, pero también me parece que no es el momento”, aseveró la mandataria entrevistada por El Diario del Fin del Mundo.
La ley de dietas 855 volvió a quedar vigente a partir de la prórroga de la emergencia previsional sancionada semanas atrás por la Legislatura. La emergencia anterior suspendía la aplicación de la ley de dietas, pero ahora se omitió ese artículo en el texto de la norma.
Si se aplicara, la ley establece que el sueldo de la gobernadora se calcula como el 5% más del promedio del sueldo de los intendentes de Ushuaia y Río Grande, lo que en la práctica llevaría la remuneración de la mandataria de los aproximadamente $90 mil actuales, a unos $153 mil, es decir, un 70% de aumento.
Además, crecerían en igual proporción las remuneraciones de los ministros, secretarios y subsecretarios de Estado, de los titulares de entes autárquicos y descentralizados, de los legisladores y de otros cargos legislativos relacionados.
“La Legislatura plantea algo que es cierto. Los legisladores me dicen que yo no puedo conseguir mejores ministros porque el Ejecutivo paga poco. Y que mientras tanto hay empleados de entes autárquicos que ganan más que la gobernadora”, explicó Bertone.
También dijo que “en el Tribunal de Cuentas ganan casi como en el Poder Judicial y en la Justicia menos que en la Dirección de Energía. Entonces todos se comparan con otros y lo que existe es un desmadre tremendo de sueldos”.
Según la Gobernadora en ese contexto “es difícil conseguir a alguien que venga a trabajar de ministro o secretario de Estado, por 60 o 70 mil pesos mensuales. Ganan mejor en otros lugares”, aseguró.
No obstante, la mandataria provincial justificó su decisión de no aplicar la ley, quizá a través de un decreto de autolimitación como ocurrió en el gobierno de Fabiana Ríos, debido a la situación económica que atraviesa la provincia y el país.
“Hay gente que no tiene nada, que me pide trabajo y no se lo puedo dar. Se me caería la cara de vergüenza si en este contexto nos aplicamos un aumento, por más justo que sea”, indicó.
En esa línea, Bertone detalló que en su caso personal es una “persona austera” y que “no necesita mucho más para vivir”.
“De alguna manera pretendo que mis ministros piensen lo mismo. Yo sé que no es unánime. Quizá haya gente que quiera ganar mejor y aplicar la ley de dietas. La discusión es legítima pero no puede haber doble discurso. Si pretendo algo, hay que predicar con el ejemplo. Es un debate ético o moral. Yo creo que quien acepta una función pública también lo hace por quedar un poco en la Historia, y no solo por el sueldo”, enfatizó Bertone.