Un bochornoso episodio se registró -este viernes- en las calles de la ciudad de Ushuaia, luego de producirse una colisión entre una camioneta y un automóvil, éste último conducido por un agente de tránsito municipal, que se encontraba en estado de ebriedad.
Según trascendió esta mañana en el programa radial “En La Mira”, el siniestro habría ocurrido el viernes alrededor de las 21.30 en la intersección de las calles Marcos Zar y Magallanes, y fue protagonizado por una Ford EcoSport conducida por una mujer, y un Ford Fiesta, manejado por este inspector.
Tras la colisión entre ambos vehículos, el empleado municipal se bajó rápidamente del auto, y luego de colocarse el chaleco -no se encontraría en servicio- procedió a infraccionar a la conductora de la camioneta, ya que ésta, en vez de llevar encendidas las luces bajas, llevaba las de posición reglamentarias.
A posterior, un móvil policial se constituyó en el lugar y personal de la Dirección de Tránsito procedió a efectuarle el test de alcoholemia a ambos conductores. Los resultados fueron dispares, ya que en el caso de la conductora de la EcoSport, el exámen dio negativo, mientras que en el agente, el resultado habría arrojado 0,53 g/l en sangre. Es decir, superior al límite establecido por la Ley para circular detrás del volante.
Lo más increíble del caso fue que, no solamente no se le incautó el rodado a quien conducía bajo los efectos del alcohol, sino que la propia Jefa Municipal de Inspectores habría autorizado a que éste se retirase y continúe circulando, luego de verse involucrado en el siniestro y encontrarse en contravención.