La calle Fuegia Basket es una de las arterias más transitadas de la ciudad, albergando el paso de la línea A y B de colectivos y conectando distintos barrios, tal es así que muchos comercios han decidido asentarse sobre la misma, dando provecho al tránsito fluido. Para dar respuesta al deterioro extremo que presentan algunos tramos de la calle, la actual gestión municipal decidió avanzar en su hormigonado, abriendo licitación a principios de este año e iniciando la obra con una inversión de 36 millones de pesos a fines de septiembre.
El hormigonado es un proceso complejo y da como resultado un pavimento rígido con una vida útil más larga que la del asfalto común que puede deformarse con el paso de vehículos pesados. Y este proceso complejo requiere de mayor inversión, mayor tiempo y mayor previsión – algo a lo que no se muestran acostumbrados los funcionarios municipales.
Muchos vecinos se anoticiaron del inicio de las obras el mismo día que arrancó la remoción del asfalto. Pudieron ser testigos de los primeros días de trabajo y, también, pudieron sorprenderse al ver que de un día para otro, los trabajos se suspendieron.
La inactividad inundó las calles desde hace dos semanas, sin información y sin certezas. La demora en la concreción de la obra no sólo trae complicaciones para la movilidad de los vecinos, sino que implica perjuicios económicos de los comercios de la zona, quienes han visto reducido en un 80% sus ventas y apelan a distintas estrategias para sostenerse en el mercado sin fundirse (La heladería Don Lito le pide a sus clientes que no dejen que la heladería ‘quede bajo los escombros’ y ofrece una promoción 2×1 para cuando la calle abra: pero, ¡cuándo abrirá si la obra está trabada?).
Hace poco tiempo, la Cámara de Comercio de la ciudad manifestó su preocupación ante la caída de las ventas – siendo octubre el noveno mes en baja. En un contexto donde la política nacional – que tanto se cansan de denunciar los dirigentes municipales – ataca a los bolsillos de los trabajadores, la falta de planificación municipal empeora la subsistencia de los comerciantes locales.
Este fin de semana, empleados municipales tuvieron el mandato de recorrer la zona brindando dos informaciones de interés con sus respectivos volantes: el inicio de los trabajos en la calle (ya iniciados, suspendidos y parados) y las inversiones para la llegada del mayorista DIARCO (apelando a que la misma “ayudará a cuidar la economía de todos los hogares de Ushuaia”). En esta oportunidad, los vecinos pudieron acceder a esa información que se les debió dar al inicio del proceso, y que pese al gran aparato publicitario de la Municipalidad, no se difundió masivamente.
En palabras de los informantes municipales, al remover el asfalto entre las calles Tolhuin y Perón, se encontraron con una zona de mucha turba que debieron remover. En ese proceso, dieron con un caño de gas con ‘pinchaduras’, por lo cual Camuzzi debió intervenir. Al mismo tiempo, se encontraron con conexiones cloacales en lugares que no imaginaban y solicitaron la intervención de DPOSS. Algo que quizás, si hubiesen chequeado los planos, lo habrían previsto.
Según dicen, extra oficialmente, una vez que Camuzzi y DPOSS resuelvan los respectivos problemas, se podrá continuar el proceso de hormigonado de la calle Fuegia Basket. Lo que se prevee es que la finalización de los trabajos se demore por los tiempos “que fragua el hormigón”, sumado a los imprevistos no planificados. Y los más perjudicados, serán los vecinos. No sorprendería que, con toda esta reprogramación, la obra se inaugure la arteria con luces led y bailes previo a las elecciones 2019.
