A pocos días de las PASO (Elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias), los distintos espacios políticos redoblan sus esfuerzos para mostrar la presencia de sus candidatos. A menos de dos meses de las elecciones provinciales y municipales, los fueguimos volveremos a votar a los precandidatos a presidentes, senadores y diputados. Opciones son muchas. Y nombres, los de siempre.
Lo que llama la atención particularmente es la campaña que viene llevando a cabo Frente de TODOS, con Fernández – Fernández en la fórmula presidencial. En redes, en la calle y en los actos difunden dos campañas que funcionan en paralelo: Matias Rodriguez – Eugenia Duré al Senado (figuras fuertes de La Cámpora) y Bertone – Ojeda a Diputados (ligados al peronismo más tradicional). Si se presentan bajo una misma lista, en la misma fórmula y con la misma bandera: ¿por qué evitan mostrarse todos juntos? ¿por qué gastan el doble de recursos humanos para llevar adelante dos campañas? ¿no forman parte un mismo proyecto político? Y esta última pregunta nos invita a mirar qué pasa con el peronismo/kirchnerismo en todas y cada una de sus expresiones.
Formar parte de un proyecto político implica dejar de lado aspiraciones individuales en la búsqueda de un objetivo mayor. Y ese ha sido quizás el mensaje que CFK ha querido instalar cuando anunció que sería Vice de la fórmula de Alberto Fernández, corriéndose del papel protagonista, o al menos en los papeles. Sin embargo, sus pichones fueguinos no han sabido leer el manual del Frente de TODOS y han realizado una campaña basada en la desconfianza y en los protagonismos individuales. El mismismo intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, ha sido uno de los que delineó este circo electoral, teniendo a su socio Rodriguez como candidato para el Senado y a su aparente aliada política Bertone para Diputados, no pudiendo contenerlos ni en la misma mesa ni en la misma foto.